Un poco de historia.

Una maestra de segundo ciclo de la escuela primaria esta cansada del “lío” que hacían los chicos, y para tenerlos quietos un poco, les dio el siguiente problema:“Calculen la suma de los primeros cien números”.La idea era tenerlos callados durante un rato. El hecho es que un niño levantó la mano casi inmediatamente, sin siquiera darle tiempo a la maestra para que terminara de acomodarse en su silla.

- ¿Sí? – pregunto la maestra mirando al niño.

- Ya está, señorita – respondió el pequeño-. El resultado es 5.050.

La maestra no podía creer lo que había escuchado, no porque la respuesta fuera falsa, que no lo era, sino porque estaba desconcertada ante la rapidez.

- ¿Ya lo habías hecho antes? – preguntó.

- No, lo acabo de hacer.Mientras tanto, los otros niños no habían llegado a escribir en el papel los primeros dígitos, y no entendían el intercambio entre su compañero y la maestra.

- Ven y cuéntanos a todos cómo lo hiciste.

El jovencito, se levantó de su asiento y sin llevar siquiera el papel que tenia delante se acercó humildemente hasta el pizarrón y comenzó a escribir los números:1 + 2 + 3 + 4 + 5 + … + 96 + 97 + 98 + 99 + 100

- Bien –siguió el jovencito-. Lo que hice fue sumar el primero con el último numero (o sea, el 1 y el 100). Esa suma da 101.

-Después seguí con el segundo y el penúltimo (el 2 y el 99). Esta suma vuelve a dar 101.

- Luego, separé el tercero y el antepenúltimo (el 3 y el 98). Sumando estos dos, vuelve a dar 101.

- De esta forma, “apareando” los números así y sumándolos, se tienen 50 pares de números cuya suma da 101. Luego, 50 veces 101 resulta 5.050 que es lo que usted quería.

La anécdota termina aquí. El jovencito se llama Karl Friedrich Gauss es considerado el “príncipe de la matemática” y fue uno de los mejores (sino el mejor) de la historia.

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